Salt

Pura raza árabe de 26 años cuya vida ha transcurrido, prácticamente en su totalidad, entre las paredes y la pista de una hípica como caballo de alquiler. Ha sido utilizado para clases de doma y salto hasta que su delicada salud (desvanecimientos) y su avanzadísima artrosis le han impedido seguir.

 

SALT nació teóricamente con suerte y todo apuntaba a que los astros en el mundo equino estaban alineados.

 

Sin embargo, los impulsos caprichosos y la irresponsabilidad de unos propietarios inadecuados decidieron que era un caballo “inadecuado”. Después de comprarlo pensaron que no era el muñeco que ellos querían.

 

Sencillamente así, como tantos otros, Salt pasó de ser un caballo deseado a no tener quién lo quisiera. Pasó de mano en mano hasta que acabó en una hípica como caballo de alquiler. Cayó en el olvido y se convirtió en un pobre caballo triste y resignado con su destino.

 

Como gran parte de los caballos de alquiler, de fila o de escuela (como se le quiera llamar) Salt ha trabajado duramente la mayor parte de su vida. Ha sido compañero de clase de decenas de niños, y no tan niños, y les ha ayudado a aprender día tras día tanto doma como salto.

 

Este excepcional trabajador ha seguido esforzándose para dar lo mejor de sí mismo, superar los obstáculos en pista y saltar lo mejor y más alto que ha podido.

 

Ahora este abuelito entrañable ya no puede seguir más y se merece un retiro tranquilo.