Màgia

Yegua Haflinger de 24 años de carácter excepcional y más de 20 enseñando a niños y adultos. A pesar de perder totalmente la visión de un ojo y parte de la del otro siguió trabajando hasta que decidieron prescindir de ella por "no rendir adecuadamente".

 

Cuando Màgia aún llevaba a grandes y chicos a sus espaldas sin un mal gesto, veía por sus dos ojos y no le dolían todos sus huesos, le hicieron una promesa.

 

Unos años después llegó la hora de partir e ir a un nuevo lugar. Màgia sintió miedo cuando vino el camión que la iba a transportar, pero enseguida supo que su destino era diferente. Recordó la promesa y confió.